La Audiencia Provincial de Valladolid considera que una agresión homófoba al grito de "maricones" no es delito de odio
Desestima el recurso presentado por la
asociación Valladolid Diversa. La denuncia por delito de odio ante la agresión
homófoba que sufrieron Álvaro y Manu se archiva. En respuesta, anunciamos
movilizaciones.
En palabras de Álvaro: «Los agresores no nos pegaron por decirles nada de los cisnes, nos pegaron por ser gays, ellos mismos lo gritaron bien alto. No nos llamaron “animalistas”, ni “ecologistas de mierda”, ni “fanáticos de los cisnes”. Nos llamaron “maricones”, nos acusaron de venir del Campo Grande “de darnos por el culo” y soltaron otros típicos prejuicios homófobos, como que somos pederastas o que tenemos sida. ¿De verdad a alguien le puede quedar alguna duda de cuál fue el motivo de la agresión?».
Rodear
a dos chicos gays que pasean de la mano y darles una paliza mientras se les
grita “maricones”, “pederastas”, “tenéis sida” y “venís de daros por el culo”
no es homofobia ni delito de odio, según la Audiencia Provincial de Valladolid.
Así lo ha manifestado en su resolución, por la que desestima el recurso que pusimos
desde la asociación Valladolid Diversa después de que el Juzgado de Instrucción
nº 3 de Valladolid archivara nuestra denuncia por delito de odio contra los
homófobos que agredieron a nuestros compañeros Álvaro y Manu el año pasado.
A las
23:45 horas de la noche del pasado 18 de junio, nuestros dos compañeros
paseaban de la mano por la Acera de Recoletos, al lado del Campo Grande. Al ver
a un grupo de 7 personas que estaban tirando piedras a dos cisnes y a sus
crías, les pidieron amablemente que por favor dejaran de maltratar a los
cisnes. En ese momento todo el grupo, al ver a la pareja, el hecho de que iban
cogidos de la mano y su estética nada masculina, empezaron a lanzarles insultos
homófobos: “maricones”, “vienen de ahí atrás (señalando al Campo Grande) de
darse por el culo”. El grupo de homófobos pasó de los insultos a la agresión
física, dando patadas a los dos chicos.
Álvaro
y Manu, al ser voluntarios de Valladolid Diversa y haber ayudado a otras
víctimas de agresiones homófobas, ya sabían lo que tenían que hacer: pasar por
urgencias, pedir el parte de lesiones y poner la correspondiente denuncia por
delito de odio motivado por homofobia ante la Fiscalía de Delitos de Odio.
Pero, ante nuestra sorpresa, tanto el juzgado de Instrucción nº3 como la
Fiscalía decidieron que la agresión no era un delito de odio porque
consideraban que las agresiones físicas y verbales sufridas no tenían nada que
ver con su orientación sexual y que se archivaba la denuncia. Con sorpresa e
indignación, tuvimos que recurrir esta sentencia a la siguiente instancia, la
Audiencia Provincial, teniendo que asumir los costes que ello conlleva.
Por
desgracia, en su resolución la Audiencia Provincial desestima nuestro recurso y
también sostiene que las agresiones físicas y verbales que sufrieron Álvaro y
Manu no tienen nada que ver con ir libremente dados la mano y no ocultar su
orientación sexual, sino que es una pequeña trifulca por defender a unos
cisnes. Contra esta sentencia no existe posibilidad de recurso, por lo que definitivamente
el sistema judicial no reconoce el delito de odio por homofobia, aunque sí abre
la posibilidad de que exista un simple delito leve de lesiones, aislado y sin
valorar la homofobia.
En palabras de Álvaro: «Los agresores no nos pegaron por decirles nada de los cisnes, nos pegaron por ser gays, ellos mismos lo gritaron bien alto. No nos llamaron “animalistas”, ni “ecologistas de mierda”, ni “fanáticos de los cisnes”. Nos llamaron “maricones”, nos acusaron de venir del Campo Grande “de darnos por el culo” y soltaron otros típicos prejuicios homófobos, como que somos pederastas o que tenemos sida. ¿De verdad a alguien le puede quedar alguna duda de cuál fue el motivo de la agresión?».
«Está
más claro que el agua. Lo que motivó que este grupo de homófobos decidiera
pasar de la conversación tranquila y respetuosa con la que nos dirigimos a
ellos a los insultos, amenazas y agresión fue nuestra orientación sexual,
claramente reconocida por ellos debido a nuestra estética y a que paseábamos
cogidos de la mano. Si lo de los cisnes se lo hubieran dicho dos heterosexuales
muy machotes, no les habrían tocado ni insultado», señala Manu.
Para
Álvaro y Manu es insuficiente juzgar a los agresores por un delito leve de
lesiones aisladas, totalmente desconectadas de la homofobia de los agresores,
que es lo que realmente se debería condenar. Por ello, los dos anuncian que no
se presentarán al juicio por lesiones: «Mentiríamos a todo el mundo y también
nos mentiríamos a nosotros mismos si participáramos en esa farsa judicial. Si
quieren imputarles delitos distintos al delito de odio por homofobia, que no
cuenten con nosotros».
Desde
la asociación Valladolid Diversa respaldamos las decisiones y las palabras de
nuestros compañeros. Esta agresión no fue solamente contra la pareja, fue
contra todas las personas de Géneros y Sexualidades Diversas (lesbianas, gays,
transexuales, bisexuales, etc.). Los delitos de odio se diferencian de los
comunes precisamente porque son contra todo un colectivo vulnerable, no son un
hecho aislado. El argumento de que el problema fueron los cisnes no es más que
una excusa a la que los jueces y la fiscal se han agarrado para evitar condenar
por delito de odio a este grupo de homófobos. Y el resultado es que los
agresores salen impunes. Lo último que necesitamos las personas de Géneros y
Sexualidades Diversas son sentencias que transmitan el mensaje de que agredirnos
sale gratis.
El
sistema judicial español está perdiendo el rumbo. No solamente salen impunes
las agresiones homófobas, también una violación de 5 hombres contra una chica
en un portal. Recientemente, la sentencia contra los violadores de “La Manada”
nos indignó y junto a las organizaciones feministas salimos en masa a
manifestarnos en contra de un sistema judicial machista y heteropatriarcal.
Nuevamente ha vuelto a suceder, tenemos una sentencia injusta y peligrosa
porque garantiza la impunidad. Por eso llamamos a todo el mundo a manifestarse el
19 de mayo, sábado, a las 20:00 horas en la Plaza Fuente Dorada de Valladolid.
Esta sentencia es un motivo más para acudir a las manifestaciones y
concentraciones que tendrán lugar en todo el mundo por el Día Internacional
contra la homofobia, bifobia y transfobia.
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